Publicado el 5 de marzo de 2019 7:28
Es muy normal cambiar la ropa del armario con cada estación. Lo mismo debemos hacer con la decoración de nuestro dormitorio y sobre todo con los textiles. En invierno se agradecen las alfombras mullidas y las mantitas o plaids, pero en verano los suelos frescos y las cortinas claras son lo ideal.
Cuando llega la primavera apetece abrir las ventanas de par en par y dejar que el frescor de la mañana y los rayos del sol inunden nuestro hogar. Para amplificar esta sensación de confort, naturaleza y vida que nos da la primavera los textiles son el mejor aliado.
Colchas y ropa de cama: Cambia las ropa de cama de tu dormitorio. Elige textiles entre blancos y tonos claros y combínalos con colores pasteles o flúor, el frescor y la alegría de la primavera está asegurada. Además incluye una manta finita o un plaid a los pies de la cama para las noches más fresquitas.
Cojines: Pasa lo mismo que con la ropa de cama, elige colores claros o frescos para tejidos más bien finos y de materiales naturales como el lino. ¡Repartirás el frescor por toda la estancia con cambiar las fundas de tus cojines! Instala algunos en la silla para cambiarte o en un rincón dedicado a la relajación y solo podrás pensar en lo a gusto que estás en tu dormitorio.
Cortinas: En primavera apetece ver los rayos de sol desde primera fila. Eligiendo cortinas blancas, claras o de colores intensos de tejidos finos y vaporosos la luz entrará para llenar tu dormitorio de calidez pero no de calor.
Alfombras: Aunque en primavera parece que apetezcan menos, las alfombras pueden dar un toque de color al ambiente o intensificar la sensación de frescor si te decantas por un color claro. Las menos cálidas o de pelo corto siempre serán buenas aliadas.
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