Publicado el 26 de febrero de 2019 6:08
En estos días en los que los rayos del sol han decidido asomarse y visitarnos como prólogo de la primavera, aunque para eso haya que esperar aun casi un mes, todos deseamos que nuestra casa se ilumine lo más posible.
Para ello existen unos sencillo trucos para potenciar la luz de nuestro hogar......¡Toma nota!
Los colores claros (gris neutro o blancos rotos) reflejan mucho más la luz que los colores oscuros. Por lo tanto, una casa ambientada con colores claros en paredes, techos y muebles, ganará en luminosidad. Elegir muebles de colores claros para nuestro salón, ropa de cama blanca o cortinas claras son algunas ideas para conseguir que la luz natural haga brillar nuestra casa.
La distribución de muebles es crucial para sacar el máximo provecho a la luz solar. Evitar colocar muebles cerca de ventanas o en lugares en los que el paso de luz quede bloqueado es primordial. La colocación del mobiliario, además de atender a criterios funcionales y decoración, deberá estar diseñada de modo que no interrumpan la propagación de la luz que entre por las ventanas. Por otro lado, contar con estancias abiertas, con pocos pasillos y prescindir de puertas y separadores entre habitaciones, incentivaras que la luz natural camine por todo el espacio.
El uso de espejos es un viejo truco para dar sensación de amplitud a las estancias. Los espejos reflejan el 100% de la luz que reciben. Colocados en frente de una ventana, obtendremos casi el doble de luz. Este efecto multiplicador nos permitirá aprovechar mejor la luz en invierno y ganar luminosidad en viviendas un tanto oscuras.
No todas las habitaciones de una vivienda tienen la misma luminosidad natural. Aquellas habitaciones con orientación sur, por ejemplo, suelen contar con un mayor número de horas de luz diurna. Destinar estas estancias a las tareas más habituales o que requieran más luz, es una buena práctica que ahonda en el uso racional de los espacios y recursos. Esto ha de tenerse muy en cuenta a la hora de decidir el uso que vamos a dar a cada estancia de la vivienda.
Para aquellas ventanas que reciben la entrada de luz solar directa durante el día, se recomienda dejarlas descubiertas. De este modo, a lo largo del día los rayos de luz ayudarán a calentar paredes y muebles, reduciendo ligeramente el consumo de calefacción. Por otro lado, en aquellas ventanas que no reciben nada de luz solar directa, el uso de cortinas contribuye a aislar ligeramente mejor la vivienda y dar una mayor sensación de calidez.
Allí donde no es posible agregar ventanas, la colocación de tragaluces en el techo es una opción muy recomendable y efectiva para aumentar la luminosidad. Colocados en cuartos de baño o en habitaciones pequeñas, un tragaluz en el techo puede ser más que suficiente para llenar la estancia de luz, y evitar la necesidad de encenderla.